El mismo artículo,
acápite b, manifiesta que el Estado promoverá la educación medioambiental en
los NNA. Esta realidad nos lleva a enfatizar en la necesidad de preparar a los
niños y niñas de Ocoa para vivir en un ambiente matizado por el pretendido
desarrollo de nuestro ecoturismo. Tal y como en la antigua Esparta, donde los
guerreros eran preparados desde niños para dominar y destacarse en el arte de
la guerra, o tal y como los sucesores de los grandes boxeadores inician desde
su mocedad los entrenamientos en el Arte de Fistiana.
Un Julio Cesar
Chavez, Jr., no estaría en la palestra con tanto ímpetu, de no haber iniciado
temprano sus entrenamientos. Pero ¿qué
decir entonces del heredero de todos los dones, Floid Maywheather, Jr.? nacido, criado y pulido en el boxeo, para
lograr que hoy su nombre sea colocado la
cúspide. No bastaría para ellos el
trabajo realizado por sus ancestros. Aunque la sólida base creada por estos
ayuda, lo cierto es que al final del camino los púgiles deben trillar su propio
sendero.
En el caso
particular de la provincia en que habitamos, nada más pertinente que iniciar la
educación de nuestros futuros guerreros en nuestra pretendida principal arma de
combate con miras hacia el desarrollo. Dentro de 10, 15, 20 años, y más, muchos
más, recaerá sobre los hombros de nuestros muchachos la conducción de un
proceso que deberá estar ya consolidado, pero que necesitará una constante
“pamperización” (perdón por la licencia tomada para españolizar este término).
En tal sentido en
el mes de enero estaremos dando inicio al programa de educación en ecoturismo,
para niños, niñas y adolescentes, activos en nuestro sistema escolar. Para
tales fines todo está en su fase de preparación, desde literatura apropiada hasta
la innovadora y entretenida metodología apta
para edades de hiperactividad.
Es un interesante
proyecto que se convierte en un reto, y que asumiremos en coordinación con las autoridades
que sean receptivas al mismo y con organismos interesados en que Ocoa se
desarrolle a largo plazo, y que la grandeza de nuestro progreso quede para las
generaciones que hoy se levantan.
Así como la pequeña
isla Formosa (Taiwan), las islas de Singapur, y muchos destinos en el mundo
cuyo reducido tamaño no fue óbice para su desarrollo, así mismo deberá
levantarse en Ocoa una generación que nos lleve lejos, muy lejos, en el campo
de las realizaciones. Para que así sea todos debemos hacer hoy “la tarea”.
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